Kuper logra casi de inmediato involucrar al lector y hacerle cómplice de lo que cuenta, llegando a describir auténticas miserias juveniles, como su impericia para perder la virginidad o sus descalabrados primeros contactos con las drogas, o manteniendo conversaciones directas con quien lee sus viñetas. Se trata pues de un auténtico ejercicio de metaficción o de metarealidad el que parte de la tinta de su pluma y se presenta ante el lector con la cercanía y la honestidad de quien podríamos considerar de inmediato un colega.
Dentro de esta obra caben, por tanto, numerosos temas de distinta índole siempre contemplados desde la experiencia del protagonista. Destaca especialmente su amarga y poética visión de los atentados del 11 de septiembre.
Enorme novela, que recomiendo a quien no haya disfrutado aún de sus viñetas.
Para el vídeo nos remontamos a la obra más humilde del talentoso Sufjan Stevens.
