jueves, 16 de diciembre de 2010

El gusto del cloro


Cayó recientemente este cómic en mis manos, lo cogí de la biblioteca sin demasiado convencimiento, pero como no había mucho donde elegir me lo llevé a casa. Pero como suele ocurrir, es con este tipo de situaciones cuando te llevas las sorpresas más agradables, porque la primera obra que el jovencísimo Bastien Vivès publica en España es una sencilla y entrañable historia de la que se disfruta plenamente.

La historia parte de un fuerte dolor en la espalda del protagonista, una contractura, cuya curación pasa por sesiones de rehabilitación y visitas semanales a la piscina (los miércoles). Este último resulta ser un habito que no entusiasma en absoluto al joven, que no sabe nadar correctamente y se le hace difícil integrarse en el ritmo de otros usuarios de la piscina. De este modo, acude de modo forzado a nadar un día a la semana, por lo menos hasta que conoce a una chica con la que comparte calle y de la que se acaba enamorando. No voy a contar más, pero imaginareis que el chaval encontrara en este hecho una nueva motivación para continuar con su tratamiento.

De una precisión y minimalismo absoluto en textos, la historia se basa especialmente en los maravillosos dibujos de Bastien, de una belleza formal enorme, con un colorido y un trazado cálido y sereno, que hará las delicias de los amantes del comic y, sobre todo, de las pequeñas grandes historias.




Sin duda, muy recomendable, un gran regalo para las navidades. Ah, olvidaba que tiene un gran inconveniente, se lee muy, demasiado, rápidamente.