jueves, 25 de agosto de 2011

La montaña mágica



Aquí estoy, de nuevo ante el reto de escribir algo sobre uno de mis más admirados autores, Jiro Taniguchi. Esta vez se trata de otra maravillosa novela gráfica, La Montaña Mágica, otro ejemplo de su personalísima forma de contar historias llenas de esa magia tan peculiar, ese tono nostálgico y ese fondo didáctico que siempre dejan entrever sus obras.

Y de nuevo en esta obra tanto la naturaleza como la inocencia y la imaginación, que son tan características de la niñez, juegan un papel fundamental en el desarrollo de la historia. Pues nos cuenta la aventura que emprenden un niño y su hermana con el fin de ayudar a su madre a curarse de una grave enfermedad, gracias a la magia de una montaña legendaria.



El brillante pulso narrativo de Taniguchi, con ese tono reflexivo y calmado que tanto le gusta aplicar, la belleza de esas imágenes, siempre tan delicadas, bien definidas y sobrias, y el poder que juega en este cómic la exuberancia del color, hacen que sea una obra disfrutable en todos los sentidos, desde aquellos que abarcan la lectura como los que se dirigen a contemplar la gran técnica de dibujante que posee este gran autor.

¡Otra maravilla!



viernes, 19 de agosto de 2011

Logicomix



Esta novela gráfica desempeña dos funciones difíciles de explicar de cara al lector, una es tratar un tema que a primera vista puede resultar esquivo a la hora de sumergirse en la lectura de un libro, como es el de los orígenes de la lógica, y la otra función sería la que se refiere al hecho de que, a pesar de que en ocasiones resulta complicado entender todo el contenido, el acertado y elaboradísimo tratamiento que se hace de la narración permite una aproximación a este tema y que, por tanto, el lector casi sin quererlo quede atrapado por la historia de Bertrand Russell y sus descubrimientos lógicos. Una labor que sin duda tiene muchísimo mérito.

En fin, que lanzarse a la lectura de Logicomix puede parecer de primeras un reto importante, sin embargo, finalmente, no resulta tan duro como aparenta, y te ayuda a acercarte al origen de una disciplina que ha procurado entender y dar un razonamiento lógico a muchos de los problemas y decisiones con los que convive el género humano.



Por tanto, todo lo que este libro está consiguiendo, buenas críticas y mejores sensaciones entre los lectores, se debe a la originalidad narrativa y al trabajo realizado por Doxiadis, Papadimitriou y Papadatos, que han conseguido convertir el proyecto en una suerte de historia hipnótica, donde los matemáticos son seres extravagantes y fascinantes cuya obsesión es dar un orden lógico a todo lo que les rodea, retando a su salud mental y a su vida personal en el proceso.

Por poner alguna pega, personalmente, el dibujo en ocasiones es quizá demasiado conservador e irregular, pues en algunas viñetas luce bastante pero en otras deja bastante indiferente.

Esto no hace que sea menos recomendable emprender su lectura.


martes, 9 de agosto de 2011

Estrellitas


Ha llegado, casi por casualidad, otro cómic de Andi Watson a mis manos, Estrellitas. Hace un par de años leí Peleas de enamorados y, siendo sincero, no me gustó demasiado, me dejó bastante frío. Sin embargo, el “trozo de vida” (slice of life) que nos muestra en esta novela gráfica sí ha logrado atraparme por completo,  no sé si será por el interés que ha despertado el hecho de que próximamente seré padre o porque simplemente el cómic abarca con mucho acierto y realismo las vicisitudes que entraña el hecho de la paternidad.

La historia nos muestra a un matrimonia joven, de unos treinta años, que ha intentado acomodar su vida para cuidar de su hija, Cassie, de tres años, con todo lo que suponen las alteraciones de horarios, de costumbres, encontrar una casa con jardín para que la niña juegue, el colegio… Un montón de cuestiones que presentan ante el protagonista el dilema que supone progresar en el trabajo para hacer frente a todas esas mejoras o aprovechar su puesto actual con el fin de pasar más tiempo con Cassie. Esta situación se plantea al protagonista en medio de una pequeña crisis existencial, originada por todo lo que conlleva abandonar la vida anterior para asumir las responsabilidades que supone ser padre.

A todas las bondades de este libro, se suma el hecho de estar contado de una forma dinámica y atractiva, sin necesidad de dramatizar ni exagerar acerca de lo que sucede en la historia, que por otro lado son cuestiones a las que se enfrenta cualquier persona.

¡Muy buen cómic!


jueves, 4 de agosto de 2011

El invierno del dibujante


¡Qué puedo decir de este cómic! Me ha encantado, me ha fascinado por muchas razones, tantas que no sé si seré de abarcarlas todas en esta entrada. En cualquier caso, tampoco es imprescindible hacer de este post una “biblia” ya que lo que realmente se pretende es que cada uno disfrute de este libro a su manera y el máximo posible. No obstante, regresando a mis digresiones, he de decir que si Paco Roca, como autor y dibujante me gusta mucho, si Arrugas me encantó, esta novela gráfica, no demasiado larga, pero si magistralmente trazada y desarrollada, me ha impresionado y mucho. Al buen hacer de Roca, hay que sumarle el tema que toca el libro, un claro homenaje a esos tebeos de los que tan buen recuerdo tengo de mi infancia, todos esos fantásticos personajes que pertenecen a otra época y sus entrañables dibujantes, protagonistas de esta historia, cuyas miserias y sueños quedan impresos sobre estas páginas.



La historia se centra principalmente en los antecedentes que movieron a un grupo de míticos dibujantes, Vázquez, Cifré, Conti, Escobar, Peñarroya, Nadal, a crear su propia revista con el fin de dar a su trabajo y creatividad el valor que merecen y así desligarse de la tiranía a la que están sometidos por la editorial Bruguera, entonces una de las empresas más importantes de artes gráficas de España. A continuación, el autor nos muestra el consiguiente entusiasmo de los dibujantes cuando emprenden su proyecto y el posterior derrocamiento de este sueño, que se ve de inmediato engullido por el agresivo mundo de los negocios.

Es, por tanto, la historia de un fracaso, que sin embargo, no resulta dramática y sí muy nostálgica y entrañable, gracias a la extraordinaria labor de su autor y a los maravillosos recuerdos que despiertan sus personajes, tan conectados con “aquellos maravillosos años” nuestros.

Y no cuento más, no hace falta que diga que estamos ante una obra maestra del cómic que nadie debe perderse.

¡Ah, lo olvidaba! Os recomiendo que, en cuanto hayáis terminado el cómic, no dejéis de ver la película El Gran Vázquez, cuya historia guarda muchos paralelismos con esta excelente novela gráfica. Disfrutaréis aún más, si cabe.