martes, 19 de abril de 2011

Chico y Rita



Chico y Rita, tanto la película como el cómic, es el resultado de la buena sintonía establecida entre el director de cine (y melómano) Fernando Trueba y el ilustrador-diseñador Javier Mariscal, que si ya quedó patente en la cartelería de las películas y el diseño del bar que ha ido emprendiendo el primero, se consolida en esta idea creada para el cine y convertida a posteriori para el lenguaje de la novela gráfica.

Ambos formatos han logrado grandes resultados, no obstante, es importante no ver la película antes de leer el cómic, ya que de este modo se disfruta plenamente de la lectura y la belleza de cada una de las viñetas del libro. Si por el contrario, uno ve el film antes de leer el cómic, en la parte de lectura luego se echa de menos  mucho la fantástica música que acompaña al celuloide.




La trama principal, bastante típica pero no por eso menos bella, cuenta la complicada historia de amor de un pianista y una cantante de jazz y boleros, primero en La Habana y luego en Nueva York, que acaba siendo el vehículo perfecto para mostrarnos la relevancia que tuvo y tiene la música cubana en géneros como el jazz.

Sin duda merece la pena leer este cómic, pero, ojo, intentad hacerlo antes de ver la película, ya que de lo contrario puede llegar a dejar bastante frío.




viernes, 8 de abril de 2011

Arroz pasado



Lo confieso, siento auténtica devoción por este autor. Parece imposible que Juanjo Sáez pueda sacar algo que decepcione a sus seguidores, que son muchos, por su forma de contar las historias, su humor, su devastadora honestidad, por su fresca y personalísima forma de dibujar… Eso sí, como no te guste, no hace falta que te molestes en probar con otros libros, porque es casi seguro que no conseguirás que te atrape ninguno de ellos, por ser todos un fiel reflejo de la radicalización de todas estas características suyas que antes mencionaba.

No sé si he tenido la suerte de no saber nada de la serie de animación que se ha realizado con esta historia mientras engullía el cómic, ya que muchas revistas han insistido en basar sus reseñas en valorar si ha sido mejor o peor el cómic que la serie, algo de lo que no puedo opinar.

De lo que sí puedo hablar es del tema general que trata el cómic, que es la crisis de identidad que parece sobrevenir a un sector de treintañeros que antes presumían de su modernidad y en la actualidad solo buscan encontrar un sitio más o menos acomodado dentro de una sociedad que les aprieta al máximo. Xavier Masdeu, uno de estos treintañeros, es el protagonista del cómic, un diseñador gráfico que dirige su propio estudio, donde trabajan otros dos personajes principales, Ricardo, un antisistema, y Luis, que oculta su homosexualidad. También es fundamental en la historia Sonia, la novia de Xavier y uno de los principales detonantes de todas sus desventuras, Luz, joven diseñadora ligera de cascos, y sobre todo la tía de Xavier, que prácticamente lo mantiene a base de arroces cuando empieza a caer en desgracia. También desfilan cameos por el cómic, como el de Joe Crepúsculo, DJ Mierda o Mariscal, unos con más protagonismo que otros, pero todos afectados por el singular sentido del humor de Sáez.



Y sin entrar a hablar mucho más del libro y de las poco afortunadas andanzas de Xavi Masdeu durante este primer volumen de Arroz pasado, podemos decir, en conclusión, que estamos ante otra adictiva entrega gráfica de Juanjo Sáez que de nuevo nos muestra su peculiar y divertida visión del mundo a través de unos personajes que pasan por cosas que todos pasamos, crisis existenciales, dudas, errores, arrepentimientos...

Y quizá, de algún modo, este libro puede hasta ser de autoayuda…  o mejor no, no me hagáis demasiado caso, solo leedlo.